El whisky Escocés, reconocido en todo el mundo y que supone una gran fuente de ingresos para Escocia, tiene una historia no menos singular. Con motivo del día del Whisky Escocés te contamos de dónde proviene, cuál es su historia, su método de fabricación y más.
De la medicina al ocio:
El Aqua de Vitae (Agua de Vida), fue originalmente un destilado concebido para la medicina. Pero no fue hasta 1494, cuando el rey Jame IV encargó a los monjes de Lindores Abbey en Fife el envío de malta de cebada para la producción de las primeras botellas del que por primera vez sería denominado, whisky escocés, “scotch whisky”.
Más tarde, la fabricación del mismo pasaría a manos de cirujanos barberos, que siguieron con la producción de este whisky, que nada tenía que ver con el que conocemos en la actualidad, ya que la ausencia de añejamiento en barrica y de dilución, producía un licor con alta graduación alcohólica, tosco y fuerte de sabor.
En el siglo XVI la producción de este destilado para uso no medicinal quedó prohibida, añadiendo además tasas en el siglo XVII que propiciaron el aumento de la producción clandestina. Esto provocó una gran red clandestina de fabricación de whisky, con epicentro en las Highland, que finalizó con la incautación de más de mil alambiques ilegales.
Fue entonces cuando cambió el porvenir del whisky, mientras se rebajaron las tasas para su producción, se perseguía y endurecían las multas de la fabricación del “agua de vida”. Esto unido a avances tecnológicos en la producción y la obtención de un licor más suave, impulsó que la industria del whisky en Escocia se legalizara y regulara.
Finalmente, con la escasez de vino francés de finales del siglo XIX, la demanda de whisky en Escocia y Europa aumentó significativamente, hasta el punto de que en la década de 1890 abrieron en Escocia cuarenta nuevas destilerías.
La tradición de un país en un destilado:
Hay dos tipos de whisky escocés: el single malt, hecho solo con malta de cebada seca o machacada y agua, y el single grain, que puede incluir además otros cereales como trigo y centeno.
El noventa por ciento del whisky que se produce en Escocia es blended (“mezclado”), lo que quiere decir que mezclan el single grain de al menos dos destilerías. También puede contener single malt. Un whisky blended elaborado únicamente por single malts, sería un whisky denominado “blended malt”.
El diez por ciento restante es single malt, se utiliza la malta de cebada de una sola destilería.
Algunas de las características más importantes del whisky escocés es que debe ser envejecido en barricas de no más de 700 litros de capacidad durante al menos tres años y que su graduación alcohólica debe ser de al menos cuarenta por ciento.
Según la situación geográfica de la destilería que lo produzca, será denominado como: Highlands, Speyside, Islay o Lowlands.
Del aqua de vitae al whisky:
La palabra whisky no es más que la forma anglosajona de la pronunciación latina “agua de vida”.